La revista italiana debe haber perdido el norte o necesita que todos hablemos de ella aunque sea por lo mal que ha tratado la imagen de la escultural, hermosa, voluptuosa y fantástica Beyoncé.
Las imágenes son de lo más insultantes.
Si querían un semicadáver deberían haber dirigido sus miradas a otras famosas, que las hay, con aspecto menos saludable.
Si yo fuese el responsable de Emporio Armani, reclamaría daños y perjuicios por lo que le han hecho a su Diamante.
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