En una silla de ruedas, con un collarín ortopédico y con un rostro deformado por la golpiza que recibió el pasado martes por un sexoservidor, el conductor Fabián Lavalle salió ayer del Hospital Español a las 14:30 horas acompañado de familiares y agradeció el interés de la prensa y sus amigos en el incidente donde recibió una golpiza.
Lavalle, quien estuvo una semana internado, apareció ante los medios de comunicación que lo esperaban y a pesar de que sus ojos se veían con derrame y en la nariz traía parches por la cirugía a la que fue sometido, Fabiruchis con voz baja dijo a la prensa: “No puedo hablar, lo único que puedo hacer es agradecerles el tiempo que me han dedicado y decirles que los respeto a todos; no puedo mencionarlos a cada uno, pero les reitero mi agradecimiento”.
Recalcó que se encuentra muy lastimado: “Lo importante es decirle que en estos momentos estoy muy lacerado, mi cabeza no puede procesar todos estos eventos, todo lo que me sucedió”.
Lavalle habló con la prensa por espacio de cinco minutos, ya no quiso contestar preguntas y abordó una camioneta negra tipo BMW junto a su hermana Lorena y su sobrina Ivana.
Sin dar explicaciones sobre lo sucedido el pasado miércoles cuando fue agredido por el sexoservidor, Alfredo Cervantes Landa, en un hotel de colonia Roma, Fabián Lavalle dejó este martes el hospital donde permaneció internado durante siete días para terminar de recuperarse en la casa de su hermana Lorena Kuri.
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